LAS VENTAJAS DE LA HUERTA EN OTOÑO- INVIERNO.
El otoño-invierno en la huerta es una época que nos invita a cultivar la paciencia y contrarrestar la ansiedad. Es el momento para contemplar y observar los tiempos de la naturaleza.
Durante este período, la producción es más lenta pero abundante, y su cuidado es bastante más fácil que el del verano. ¿Qué hace que sea más fácil? Las plantas crecen más despacio, suelen haber menos plagas y también menos enfermedades.
Como siempre les digo es importante sembrar y plantar lo que es de estación, teniendo en cuenta las condiciones climáticas de cada región. Argentina, por ejemplo, es un país muy extenso, que cuenta con 4 regiones geográficas (Pampeana, Cuyana, Noroeste y Patagonia) con lo cual el cuidado no va a ser igual en Jujuy que en Chubut, ni en Buenos Aires. ¿Y por qué te cuento esto? Porque por ejemplo, en nuestra Patagonia, los meses de mayo, junio, julio y agosto no son tan productivos, sobre todo si no sembrás en invernadero, dadas las bajas temperaturas y el impacto de la caída de heladas en algunas zonas. Por ejemplo, yo que vivo en Buenos Aires, dentro de la región Pampeana, no necesito cubrir los cultivos porque lo que sembré soporta el frío. Es más, ciertos cultivos que tengo como los coles, necesitan horas de frío para poder desarrollar la pella, que es lo que consumimos del coliflor y del brócoli. También, siembro habas y arvejas que me requieren un poco más de atención, requieren de una estructura para poder ir guiándolas y que crezcan bien.
Condiciones ideales…
A tener en cuenta: Mayo es el último mes ideal para sembrar los cultivos de esta temporada.
(Te dejo el link al articulo de marzo donde te comparto que sembrar en esta época).
Entonces, para que la huerta sea de fácil mantenimiento los meses de frío es importante que reciba sol: lo ideal sería entre 4 y 6 horas por día.
El riego también es fundamental, aunque no es necesario que sea muy recurrente.
En esta época, con la caída de algunos rocíos y lluvias suele alcanzar. Sin embargo, dadas las condiciones de sequía que está atravesando nuestro país, probablemente tengas que agregarle un poco más de agua. No suelo recomendar cada cuánto regar porque depende de cómo veas el suelo. Te invito a observar las plantas y sentir cuán húmedo está su suelo.
Algunas recomendaciones prácticas a tener en cuenta:
Si hay mucha humedad, no mojes las hojas para evitar la aparición de hongos.
Carpir o remover la capa superficial de la tierra una vez al mes para airear el suelo. Al hacerlo, tené cuidado de no lastimar las raíces de las plantas.
Limpiar malezas y hojas amarillas. La maleza es toda planta que crece en un sitio donde no queremos que crezca, y compite con nuestros cultivos por luz, agua, nutrientes y espacio.
A medida que las plantas van creciendo, es muy común que las hojas más viejas se pongan de color marrón o amarillo. Estas yo las voy quitando para que la planta concentre su energía en la producción de hojas nuevas.
Si tenés repollos, brócolis y coliflores, a medida que van creciendo, es importante aporcarlos: arrimales un poco de tierra para que con su peso, no se tumben.
¡Atenti a las plagas!
Antes o después de alguna lluvia o algún cambio abrupto de temperatura es cuando aparecen las plagas. Es muy importante controlarlas para no perder lo que sembramos.
Para evitarlas podés hacer una aplicación de jabón potásico, tierra de diatomea o algún preparado casero como el alcohol de ajo.
Por otra parte, a medida que los cultivos crecen, la demanda nutricional aumenta. Por lo tanto te recomiendo hacer alguna aplicación de fertilizantes naturales, como por ejemplo con pellets. Esta aplicación la hago una vez al mes, al abonar el suelo el sistema inmunológico de las plantas aumenta ayudando a la prevención de plagas y enfermedades.
No dejes de cosechar
A su tiempo lo que sembraste dará sus frutos y para apreciarlo no dejes de cosechar. No dejes que se pasen o se pudran en la huerta. Si prestas atención a las hojas verdes notarás qué pueden aguantar unos días, pero no más de cinco.
Te recomiendo salir una o dos veces por semana a recorrer tu huerta, cosechando primero las hojas verdes, que vienen a ser los cultivos más rápidos: lechuga, acelga, espinaca, rúcula y hasta las hojas de la remolacha. En cambio los más lentos serán las habas, arvejas, repollos y coliflores.
En mi huerta durante este mes ya estuve cosechando en abundancia. Saqué rabanitos, rúcula, los brócolis que sembré en febrero, las remolachas y las zanahorias.
Todo el año podemos dedicarle unas horas a nuestra huerta porque si la cuidamos, manteniendo las condiciones que necesita de acuerdo a la época, nos devolverá lo qué sembramos para disfrutarlo en nuestra mesa.